En el mundo del deporte, la autoestima de un atleta juega un papel crucial. Según Hubert Ripoll, creador del primer laboratorio de psicología cognitiva en Italia enfocado en el deporte, el papel del entrenador es fundamental. Su misión es proporcionar una imagen positiva a los deportistas, aún frente a las adversidades.
Identifica tus verdaderas motivaciones
Para empezar, escribe en un papel tu meta, sea aprender a tocar la guitarra o iniciar una dieta. Divide tus razones en dos columnas para entender qué te impulsa realmente. La autoconfianza nace de conocer tus verdaderas motivaciones. En una columna, escribe los motivos relacionados con tu ego, como querer ser el mejor. Aunque potentes, estos no son suficientes para sustentar un éxito duradero. Hubert Ripoll señala que, aunque algunos deportistas han logrado hazañas increíbles movidos por la sed de reconocimiento, su éxito se desvanece rápidamente ante el primer revés. En la segunda columna, apunta las razones que fomentan tu crecimiento personal, como el desarrollo de tus habilidades. Estos motivos son más profundos y menos dependientes de la aprobación externa.
Establece metas alcanzables
Evalúa tu objetivo. ¿Es realista o meramente un sueño? Distingue entre lo fantasioso y lo realmente posible. Cuestiona si la meta es realmente tuya o si busca satisfacer las expectativas de otros. Este análisis te permitirá concentrarte en logros tangibles y personalmente significativos.
Visualiza tu éxito
Si tu meta te parece intimidante, no estás solo. Hubert Ripoll recomienda combinar la relajación con la visualización. Este enfoque ayuda a los atletas a superar los fracasos, permitiéndoles imaginarse triunfando. Antes de cualquier desafío, la visualización puede prepararte para el éxito. Es un paso hacia su realización.
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