Perder a un amigo revela cuán frágiles pueden ser nuestros vínculos. En el ámbito de la amistad, errores en el juicio, problemas de comunicación, diferencias en los caminos de vida o encuentros desafortunados pueden llevar a un final abrupto.
Esto sucede, por ejemplo, cuando uno de los amigos siente que está dando más que el otro. Aunque no se trata de llevar la cuenta de quién es más considerado, leal o presente, es crucial que, como en cualquier relación, las acciones sean mutuas.
Principios básicos para una verdadera amistad recíproca
Alyssa Lia Mancao, una conocida psicoterapeuta, sugiere hacerse algunas preguntas antes de profundizar en una amistad y buscar la reciprocidad. «¿Tienen interés en conocerte? ¿Te interesa conocerles?» propone en una publicación de Instagram. «Sanamos rodeados de quienes desean estar con nosotros. Las heridas se profundizan cuando forzamos cercanías que se perdieron hace tiempo.»
Para entender mejor la reciprocidad en tus relaciones o encontrar el equilibrio en la amistad, la experta compartió sus reglas fundamentales:
- Ser confiable y cumplir con lo prometido.
- Prestar atención al esfuerzo mental y energético del otro en actividades conjuntas.
- Mostrar interés y curiosidad por la vida del amigo.
- Alternar las visitas, iniciar y realizar planes juntos.
- Reconocer que la amistad crece, cambia y evoluciona, y compartir los sentimientos honestamente.
Obstáculos para la reciprocidad en la amistad
«Damos para recibir», afirma el psiquiatra Gérard Apfeldorfer, explicando la complejidad de mantener amistades. Según él, ciertas personalidades luchan más por establecer una dinámica recíproca en sus amistades. Es el caso de las personas narcisistas, demasiado enfocadas en sí mismas y poco atentas a los demás. Las personalidades dependientes, que dan mucho esperando recibir aún más, también pueden complicar la preservación del vínculo.
Un perfil más que puede obstaculizar la reciprocidad son los altamente independientes. Quienes se muestran extremadamente independientes podría estar ocultando problemas para crear vínculos. «Es característico de las personalidades ‘evitativas'», señala Apfeldorfer. Una sensibilidad emocional excesiva puede conducir a evitar cualquier compromiso afectivo por «fobia a las emociones que genera», y por el temor a sentirse «asfixiado».
Fortaleciendo los lazos de amistad
La amistad, como cualquier relación significativa, requiere esfuerzo, comprensión y, sobre todo, reciprocidad. Entender las necesidades y límites de nuestro amigo y expresar los nuestros es fundamental para construir un vínculo saludable y duradero. Las estrategias de Alyssa Lia Mancao nos brindan una base sólida para reflexionar sobre nuestras relaciones y cómo podemos fomentar amistades equilibradas y mutuamente enriquecedoras.
En última instancia, la capacidad de cultivar amistades recíprocas y significativas radica en la voluntad de ser honestos, vulnerables y atentos. Solo así podemos tejer redes de apoyo que no solo sobreviven sino que florecen con el tiempo.
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