Cuando la política irrumpe en el mundo de los videojuegos: el debate sobre Trump y la violencia en los juegos.
La reciente derrota de Kamala Harris frente a Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE. UU. ha generado preocupación en la comunidad gamer. El 45º y ahora 47º presidente de los Estados Unidos ha criticado los videojuegos violentos en múltiples ocasiones. Para muchos políticos, el mando de un videojuego representa una extensión peligrosa de un arma. Esta visión ha estado presente en discursos políticos en diversas partes del mundo.
Índice
- Tres décadas de videojuegos y su moralidad
- La desinformación política
- Perspectivas futuras
Tres décadas de videojuegos y su moralidad
Hace aproximadamente 30 años, títulos como Mortal Kombat y Night Trap generaron controversia. Esto llevó a la creación de la Entertainment Software Rating Board (ESRB) en 1994. A finales de los 90, videojuegos como GTA enfrentaron acusaciones de incitar a la violencia entre los jóvenes. Jean-Louis Arajol, un destacado miembro del sindicato de policía, afirmó que estos juegos promovían el odio hacia los agentes del orden.
En Estados Unidos, la masacre en Columbine durante 1999 reavivó el debate. Dos estudiantes, Eric Harris y Dylan Klebold, abrieron fuego en su escuela, dejando un saldo trágico. Los medios buscaron culpables, y los videojuegos como Doom fueron señalados como influyentes en el comportamiento de los tiradores. Las críticas a los videojuegos violentos han sido constantes, especialmente tras cada tiroteo masivo.
La desinformación política
Los tiroteos masivos han reavivado la discusión sobre la violencia en los videojuegos. En 2018, tras la tragedia en Parkland, Florida, Trump relacionó los videojuegos con la violencia. Dijo, «escucho que la violencia en los videojuegos forma pensamientos en los jóvenes». En respuesta, se reunió con importantes editores del sector para discutir medidas contra la violencia.
En 2019, tras incidentes en El Paso y Dayton, Trump enfatizó la necesidad de detener la glorificación de la violencia. «Los videojuegos horribles son parte del problema», afirmó. La narrativa en torno a los videojuegos violentos sigue siendo intensa y polarizante.
Perspectivas futuras
Con Trump nuevamente en el poder, surge la pregunta: ¿tomará medidas contra los videojuegos? Hasta ahora, el debate sobre la violencia en los videojuegos ha estado ausente en su campaña. No se vislumbran nuevas regulaciones en cuanto a su venta o contenido.
La Corte Suprema ha determinado que los videojuegos son una forma de expresión protegida. Sin embargo, la ESRB sugiere que los minoristas regulen la venta de títulos clasificados como «M» (Mature) y «AO» (Adults Only) a mayores de 17 y 18 años, respectivamente.
En lugar de ver juegos más censurados, podría haber un aumento en el precio de consolas y accesorios. Trump planea implementar aranceles. Esto significa que los consumidores podrían enfrentar precios más altos. En esta batalla comercial, los gamers podrían salir perdiendo.
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