L’industrie viticole australienne está en una situación desesperada desde hace varios meses. En realidad, se enfrenta a una crisis sin precedentes que no se resolverá pronto. De hecho, los actores de esta industria han acumulado toneladas de litros de vino sin vender.
Y es que la aduana china ha decidido aumentar sus precios. Una decisión considerada excesiva por las autoridades australianas, ya que China es uno de sus principales socios comerciales. Tomar una medida así sin consultar sumiría al país en una crisis financiera.
Las dudas se han confirmado con el tiempo. El sector más afectado por esta crisis es el del vino, ya que los chinos son algunos de los mayores aficionados y compradores de esta bebida australiana. Ante la desesperación de los actores de esta industria, el gobierno australiano está tratando de encontrar soluciones.
Recordatorio de las causas de esta crisis vitivinícola australiana: importante para contextualizar
La decisión de China de aumentar los aranceles a los productos australianos, especialmente al vino, no es casualidad. Es más bien una respuesta del gobierno de Pekín. En realidad, esto ocurre después de que Australia hubiera iniciado una investigación para obtener más detalles sobre el origen de la COVID-19.
Esta iniciativa no agradó a China, que tomó medidas drásticas de inmediato. Esto es preocupante, ya que si China no tiene nada que ocultar, ¿por qué toma esa medida? ¿Qué pasa con los acuerdos comerciales firmados con Australia? Estas son preguntas que rondan la opinión pública y los actores de la industria vitivinícola australiana.
Las repercusiones de esta crisis vitivinícola: un panorama alarmante
Según la información recopilada, los viñedos australianos tienen cerca de 2.800 millones de botellas de vino en stock. Con esta cantidad, se podrían llenar al menos 859 piscinas olímpicas. Esta situación es aún más preocupante porque desde 2020, las exportaciones de esta bebida australiana a China no superan los 5,2 millones de dólares.
Es un desastre que puede afectar a todos. De hecho, al ser los viñedos empresas, no podrán pagar las posibles deudas contraídas para impulsar su producción. Los bancos registrarán pérdidas en varios niveles.
Por otro lado, los trabajadores de este sector podrían quedarse desempleados y además sin cobrar sus salarios. Sin embargo, esta área de actividad emplea a decenas de miles de personas en Australia. La situación social del país seguramente empeorará.
¿Posibles soluciones para salir de esta crisis vitivinícola?
El gobierno australiano está tratando de encontrar soluciones en este momento. Lo cual no es una tarea fácil. Para salvar los viñedos y su producción, tendrán que buscar otros países para exportar su vino. Reino Unido, Europa, Estados Unidos y otros países asiáticos podrían recibir grandes cantidades de vino de Australia muy pronto.
Mientras tanto, las autoridades australianas están multiplicando las iniciativas para calmar las tensiones entre su país y China. De hecho, ellas fueron las que favorecieron la reciente eliminación de los aranceles sobre la cebada australiana. Los acuerdos firmados también han permitido a Australia volver a vender carbón y madera a China este año.
Por otro lado, aunque la demanda china de vino está recuperándose, la industria vitivinícola australiana necesitará tiempo para recuperarse. Los actores de la sociedad civil creen que, dadas las circunstancias actuales, se necesitarán al menos dos años para vender los litros de vino almacenados.
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