Como parte de su proyecto de accesibilidad universal a Internet de alta velocidad, la Casa Blanca anunció que otorgará una financiación de 40 mil millones de dólares (aproximadamente 36,6 mil millones de euros) para la banda ancha.
Este fondo forma parte de la Ley de Inversión en Infraestructuras y Empleo, aprobada por el Congreso estadounidense en noviembre de 2021. Esta legislación incluye un total de 65 mil millones de dólares (aproximadamente 59,4 mil millones de euros) para la expansión de la banda ancha. Es la mayor cantidad jamás invertida en este campo en Estados Unidos.
Conectar a todos los estadounidenses a la banda ancha
Esta financiación revolucionaria de 40 mil millones de dólares se enmarca en el objetivo de la administración de conectar a todos los estadounidenses a la banda ancha para 2030. Es un gran paso adelante para este ambicioso proyecto iniciado por Joe Biden. La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) será la encargada de elaborar un plan de distribución que luego se someterá a comentarios públicos. Se espera que la publicación de este plan se realice en los próximos meses. El fondo se distribuirá en un período de cinco años.
Este anuncio llega en el momento oportuno, ya que la necesidad de acceso de banda ancha es más importante que nunca. Esta tecnología desempeña un papel fundamental en todos los aspectos de la vida de la sociedad estadounidense, como la educación, la salud, el empleo, etc. En la actualidad, millones de estadounidenses aún no tienen acceso a un servicio de banda ancha confiable. Gracias a esta asignación sin precedentes, Estados Unidos se encamina hacia una conectividad mejorada y universal. Esto tendrá repercusiones en cada individuo, así como en todos los ámbitos con acceso potencial a diferentes oportunidades digitales.
Un fondo de apoyo para proyectos de expansión de banda ancha
Este financiamiento de 40 mil millones de dólares se utilizará para apoyar una variedad de proyectos de expansión de banda ancha. Esto incluirá, entre otros, la construcción de nuevas infraestructuras de banda ancha en áreas rurales y mal atendidas. Se ofrecerán subsidios a los hogares de bajos ingresos para ayudarles a pagar el servicio de banda ancha.
Gracias a esta inversión, el acceso a la banda ancha también se ampliará en escuelas y bibliotecas. También ayudará a cerrar la brecha digital y garantizar que todos los estadounidenses tengan acceso a los beneficios de la banda ancha.
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