La vida de Mo Gawdat, ex alto ejecutivo de Google X, cambió drásticamente en 2014 tras el trágico fallecimiento de su hijo Ali, de 21 años, debido a un error médico. Este doloroso suceso lo impulsó a buscar una forma de transformar su inmensa tristeza en algo positivo para él y para el mundo. Gawdat asumió la ambiciosa tarea de llevar felicidad a mil millones de personas en cinco años.
Un giro inesperado en la vida
La tragedia sacudió los cimientos de su existencia. «En 2014, enfrenté la prueba más dura: la muerte de mi hijo», comparte Gawdat. Lo que para muchos podría ser el comienzo de un ciclo interminable de tristeza, para él se convirtió en el punto de partida hacia un profundo proceso de transformación personal. Se propuso compartir con el mundo cómo la memoria de Ali le enseñó a convivir con su ausencia. A través de esta experiencia, Gawdat transformó su sufrimiento en un legado positivo.
Un diálogo con la mente
El desgarrador error médico que le arrebató a su hijo llevó a Gawdat de la tristeza a la ira. «Mi mente me atacaba sin cesar, culpando al médico por la muerte de mi hijo», admite. Sin embargo, en lugar de sucumbir al deseo de venganza, decidió confrontar esa voz interna. Gawdat comenzó a dialogar con su mente, buscando la paz y la aceptación frente a lo irreversible.
Repensando el duelo
La sociedad a menudo presiona para superar rápidamente el dolor, ignorando la complejidad del duelo. El dogma de «debes hacer tu duelo y pasar página» es un reflejo de una comprensión superficial de la pérdida. Esta perspectiva ignora el hecho de que el duelo es un proceso íntimo y profundo, que involucra tanto la mente consciente como la inconsciente.
La ecuación de la felicidad
Con el tiempo, Gawdat logró encontrar cierta paz. Aplicó su lógica de matemático para desarrollar lo que él llama «la ecuación de la felicidad». Según él, la felicidad es el resultado de nuestras experiencias menos nuestras expectativas. Sugiere que ajustar nuestras aspiraciones puede ser clave para una vida más plena. Con esta premisa, Gawdat no solo simplificó su propia vida, sino que también se dedicó a compartir su mensaje de felicidad, destinando gran parte de su fortuna a causas benéficas y convirtiéndose en un verdadero embajador de la felicidad.
En su libro, La fórmula de la felicidad, Gawdat invita a todos a reflexionar sobre lo que realmente importa en la vida. Explora los principios del desarrollo personal y ofrece una guía hacia una felicidad más auténtica y sostenible. Su historia es un poderoso recordatorio de que, incluso en medio del peor dolor, podemos encontrar un propósito y, quizás, la clave para una felicidad duradera.
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