El arte de las tareas sin finalizar
El Efecto Zeigarnik, nombrado así por la psicóloga de origen lituano Bluma Zeigarnik, explora el intrigante fenómeno de no completar las tareas iniciadas. Algunas personas se destacan en esta práctica, encontrándose, similar a un computador con innumerables pestañas abiertas, con un sinfín de tareas pendientes que ocupan espacio en su memoria. Bluma Zeigarnik descubrió que tendemos a recordar más fácilmente las tareas que dejamos incompletas en comparación con las que finalizamos.
Esta observación puede resultar paradójica ya que, contraintuitivamente, este comportamiento podría impulsar nuestra creatividad y mejorar nuestras habilidades de aprendizaje. La clave está en comprender cómo aprovechar el Efecto Zeigarnik y liberarnos del sentimiento de culpa y la carga mental del trabajo inconcluso.
Mejora de eficacia y serenidad mediante el Efecto Zeigarnik
Así, somos más propensos a recordar las acciones incompletas que las concluidas. Cuantas más tareas inacabadas tengamos, más «ancho de banda» cerebral utilizaremos, lo que puede llevar a un agotamiento mental. Utilizando la analogía del computador, demasiadas pestañas abiertas significan que varios procesos siguen ejecutándose en segundo plano, lo cual es similar a mantener nuestra mente ocupada con múltiples tareas. Zeigarnik concluyó que nuestro cerebro está diseñado para recordar mejor las tareas inacabadas.
Una vez que una tarea se completa, nuestro cerebro la archiva para liberar espacio. El Efecto Zeigarnik es la razón por la cual muchos profesionales, incluidos psicólogos y coaches, luchan contra la multitarea para prevenir el agotamiento del «procesador» cerebral y mejorar el rendimiento. Este efecto puede ser particularmente pronunciado en personas perfeccionistas o ansiosas, manteniendo su mente distraída y estresada por la incapacidad de soltar el control.
Estrategias para liberarse del Efecto Zeigarnik
- Primera estrategia: Evitar hacer listas. Según el experto Corey Wilks, las listas de tareas pueden ser contraproducentes. Sugiere crear lo que él llama una «lista de movilizadores de agujas», con no más de dos o tres tareas prioritarias por semana o día, dependiendo del ámbito. Estas tareas deben ser las más impactantes para avanzar hacia objetivos significativos. Utilizar post-its para estas listas puede ser efectivo, ya que su tamaño limitado previene la tentación de añadir tareas interminables, además de la satisfacción de poder desecharlos una vez completados.
- Segunda estrategia: Permitirse olvidar. Wilks recomienda usar un «segundo cerebro», como un cuaderno o una aplicación de gestión de tareas, para registrar la información y aliviar nuestro cerebro de la carga de tener que recordar constantemente las tareas pendientes.
Entender y aplicar estratégicamente el Efecto Zeigarnik puede aliviar nuestro agotamiento mental, permitiéndonos concentrarnos en las prioridades de nuestra vida con mayor eficacia.
Como joven medio de comunicación independiente, OvIgem necesita tu ayuda. Apóyanos siguiéndonos y marcándonos como favoritos en Google News. Gracias por tu apoyo.